jueves, 25 de febrero de 2010

Aprendiendo a ser una ciudad.

Siguiendo la visión de Félix Azua, existen dos elementos: el nomos y el logos, presentes es los habitantes de esta construcción humana llamada ciudad.
El logos, se refiere a las reglas que pueden aparecer escritas o no escritas. Los habitantes de la ciudad las conocen y llevan a cabo con la finalidad de vivir en armonía. El nomos por su parte, es el elemento que genera un sentimiento de pertenencia, de identificación con un sitio específico.
Ambos elementos se conjunta para crear un ambiente equilibrado en el que las personas viven, conviven y crean relaciones. Es la teoría racional sobre una ciudad.
Sin embargo, existen otro tipo de teorías como la de Gracq en donde la ciudad no sigue formas racionales si no que es una especie de animal en donde el ser humano deja de ser el cerebro para convertirse en un componente como la sangre. El humano es quien da vida a la gran urbe sin necesidad de ser el controlador de esta. Es quien recorre sus calles y avenidas dándoles características que las diferencian unas de otras.
La ciudad es un organismo que regula el comportamiento y las relaciones entre las personas que la habitan pero lo interesante es que cada persona la vive de manera distinta.
Azúa, Félix, Aprendiendo a ser una ciudad, p.180-187

Le Flaneur

Le flaneur y badaud, son dos conceptos que surgen en el siglo XIX para nombrar a dos tipos de individuos que habitan la ciudad. Aunque son contemporáneos, existen diferencias entre ellos. Le flaneur, se refiere a un individuo que vive la ciudad como una experiencia estética por medio de los sentidos defendiendo su individualidad. Badaud por su parte, es anónimo, se mezcla con la gente, forma parte de la masa y vivie la ciudad. Es ese sujeto morboso y curioso que está al tanto de los crímenes, robos y acontecimientos poco comunes en el Paris del siglo XVIII e inicios del XIX. Sin embargo, la presencia del badaud no se limita a esos siglos. En la actualidad, el badaud sigue presentes. Las personas siguen sintiendo curiosidad por los sucesos extraordinarios. El morbo inunda a la sociedad y encuentra un punto de apoyo en la prensa que provee información violenta y amarillista. La sociedad está ya acostumbrada a estas notas rojas sin importar su contenido violento y se vuelve cada vez más insensible a este tipo de imágenes tal como el badaud en París.

Shaya, Gregory, The Flâneur, the Badaud, and the making of a Mass Public in France, cira 1860- 1910.

Walkscapes

Para la filosofía post estructural, la ciudad es un organismo, un ente viviente que como tal se desarrolla y algunas veces muere. Dentro de ellas, sus habitantes crean vínculos y tienen la posibilidad de vivirla a su gusto.
Según ellos, se puede vivir la ciudad de dos formas: de forma cerrada o de forma abierta. Si se toma la decisión de vivir una ciudad abierta, los habitantes deben tomar una postura nómada en la cual se recorre la ciudad “haciendo mapa, no calco”.
Este nomadismo tiene raíz en la manera de vivir de los aborígenes, quienes conocían los recorridos por medio de leyendas como una especie de mapa orgánico.
El habitante sedentario por su parte, se establece en un lugar. Esta vida sedentaria, no permite que las personas exploren y perciban las huellas creadas en el entorno, son invisibles para ellos. Todo necesita tener una estructura formal. Sin embargo, es esta manera vivir la que prevalece hasta hoy en día en la mayoría de las ciudades. La visión occidental del mundo ha ganado la partida imponiéndose en casi todas partes sin permitir la apreciación de otras formas que podrían enriquecerla.

Careri, Francesco,Walkscapes,p. 29-67